¡HOY!. UN BENDITO DÍA COMO HOY.

Hoy. en este bendito día que es hoy,

estas aquí conmigo.

Hoy. en este mágico día del hoy,

te siento junto a mi vociferando tu amor.

Hoy. sin pedirlo ni esperarlo,

lo contemplo, por fin veo a esa loca e inigualable predilección.

Hoy. en este mi día que es hoy,

me abrazas y me besas; ¡Si que es Hoy!.

En esta amarga e incomparable jornada,

comprendo, por fin entiendo, tus suaves y celestiales enseñanzas.

Tal vez hoy; por primera vez hoy,

agradezco mi existencia y todo por poder correr a tu voz.

Hoy. en este particular hoy, vivo mi sensato pasado,

palpo mi soñada mañana, mi glorioso y frágil futuro,

Y te observo claro, pues tu fantásticamente eres mi hoy. 

No te pido nada mas, 

solo ven y quédate en mi hoy.

porque lo bueno, lo extraordinariamente bello,

es que tu y solo tu por siempre seras mi hoy.

GRACIAS MI DIOS,

MUCHAS GRACIAS POR SER MI INMORTAL HOY!.

MI VIEJO ZARAPO.

Cúbreme, envuélveme con tus alas, bendito ángel mío,

Lléname, cólmame de la luz que invaden tus ojos, al mirarme sonreír,

Socórreme, ampárame con tu eterno amor, una vez en tanto y cuando me hagan daño;

Purifícame, purga cualquier tristeza persistente, y pon tus labios en mi frente,

Sométeme, conquista esta constante rebeldía, con la ternura de tu piel junto a la mía,

Apiádate, compadécete de este equivocado ser, que contempla el amanecer al sentir tu calidez.

Ven, acompáñame como siempre ángel mío, y perdona mis agravios,

Pues solo trato ser la suave brisa que va endulzando siempre tus pasos,

No me dejes, nunca me faltes venerable milagro matutino, pues aunque la muerte aterrice y los años nos martiricen, este dulce amor; perpetuo y suave amor que nació incluso antes de mi primer berrido, no terminara ni en nuestros últimos suspiros.